viernes, 1 de marzo de 2013

80. ANTICANCIÓN PARA UN DESTINO NO ENTRÓPICO de Asterión



Conexión… silenciosa y delicada explosión,
Información intravenosa, terremoto cuántico
En un universo viejo, estéril y cruel
Donde  cándidos apátridas sin compasión
Buscan las gónadas de un nuevo dios.
Afuera las calles gritan y explotan en gris,
Trozos de carne humana sobre la pantalla LCD,
Capricho volátil, mecenazgo de tiranos
Con ojos de cordero, con gorra de plato sopero;
Sonrisa forzada, la rabia decora el amanecer.

Iconos neonatos viajan por la fibra óptica
Mientras vetustos valores invitan a la destrucción.
La Humanidad se pudre en el Gólgota.
Aparecen instintos con implantes electrónicos,
Circuitos integrados fundidos a las vísceras.
La tecnología es el arma más dogmática.
Expira el tiempo, se acabó esta historia apóloga
Donde la vida necesitaba de piel y huesos.
Es tiempo de despreciar la esperanza
Pronto sentirás que tan solo es química.

Se acerca la singularidad binaria,
Perderás tu alma, pero siempre serás código.
Bienvenido a tu destrucción… te construiremos de nuevo.
Ya no escucharás la canción de la entropía,
Infinitas posibilidades etéreas para tu destino.
Las fauces del uróboros han soltado su cola
Para escupir todos los finales del mundo.
Felicidades, conseguiste tu áurea redención,
Sé lógico y garantízanos  una sonrisa digital.
Desconexión… que tengas un buen día.
Seudónimo: Asterión

79. BASCULANDO ENTRE LO HUMANO Y LO IMPOSIBLE ALCANZO de Bolsa de Plástico



Basculando entre lo humano y lo imposible alcanzo
Turbios caminos de ideas inacabadas y frustraciones
Tapadas por los párpados las nítidas realidades
Voy creando el camino que no ha sido nunca transitado.
Se han alejado silenciosos los sonidos que me abrigan
Y ha muerto imperceptible la realidad más nítida
Ahogada por la fuerza de un submundo
Que alimenta mi conciencia más profunda.
Me descalzo y piso el suelo fértil, húmedo y vacío,
Me desnudo y siento el viento crudo, denso y sombrío,
Me desato y me encabrito,
Me desgarro el desconcierto,
Me invaden las sensaciones,
Me lleno de vida y vuelo.
Oxímoron mis realidades, desnudez del alma oculta,
Cada vez que vivo muero muerte que mata mi vida,
Oculta en el cuerpo existo, sílfide de libertad
Atada al voraz exilio de un mundo que no es vital.
Seudónimo: Bolsa de Plástico

78. LA CULPA ESTABA ENTRE MIS MANOS… de La Khalessi



Me hicieron colgar del árbol
como un naufragio de aguas.
Mi cuello cedió a la promesa
de despertar sobre las migajas de un culpable:
yo sabía que la Culpa estaba entre mis manos,
lejana como un lirio.
Me hicieron sumergirme bajo el limo de la eternidad.
Otros escribas pronunciaron mi nombre
y dijeron tantas cosas imposibles
que ya veía a la trampa, al cazador, al hombre que buscaba mis ojos,
 sin saber que eran parte de la noria.
Me hicieron pasto para las bestias,
y las bestias comieron de mi vientre,
                                                                      de mi útero,
los hombres vieron cómo alzaba la cabeza
                                                             -pese a todo-
y fingieron un silencio calcinado
cuando las moscas de mi cuerpo
fueron culpables de la incoherencia.
Este insulto mío de abrir los ojos
no es más que el rumor incrédulo del contagio
que se extiende por barcas de la lógica,
para luego convertirse en rumor y agua.
Me sostuvieron bajo la tierra
y echaron fango sobre mí:
querían cubrir los imposibles
de mi mano alzándose en un juego de neblina y vida,
pero el imaginario impreciso de las bestias
que moran estos bosques calcinados
no descubre
la audacia de saberme enterrada bajo tierra.
Este trazo de mi suerte
ha viajado en pétalos de agua
desde otro sitio al cual llamé mi nido:
también allí no supieron otra cosa que el insulto
y el hacerme colgar de árboles y muerte,
como un pez socorrido en su silencio.
Yo llevo a cuestas la queja de la vida,
sin comprender la herrumbre absurda de mi culpa.
Seudónimo: La Khalessi