martes, 31 de julio de 2012

132. EL CUENTO DE HADAS PERFECTO de Virgil Phoenix

132.  EL CUENTO DE HADAS PERFECTO  (21 líneas)

Era el día de su boda, tendría que ser perfecto. A partir de ese momento seria feliz para siempre junto a su futuro esposo. Nada podía salir mal, era lo que dictaba el destino para las hermosas princesas.
Entró a la iglesia con su gigantesco vestido blanco y una sincera sonrisa. Entre sus invitados se encontraban hermosas hadas, duendes mágicos, reyes lejanos, ninfas, minotauros, cazadores… todos los reinos habían asistido  al día más importante de la joven pareja.
El príncipe parecía nervioso, no era nada usual en él. Parecía no tener confianza y estar a punto de llorar. La princesa le cogió la mano con fuerza y la ceremonia comenzó. No obstante el sacerdote inició la bendición, las puertas se abrieron con fuerza y la bruja oscura se hizo presente. La princesa gritó, pero la bruja parecía cansada, con los ojos y nariz roja… se miraba tan débil que nadie pudo temerle. Se sentó en la última y solitaria banca. El sacerdote continuó, la princesa estaba a un paso de ser eternamente feliz. 
–No puedo –dijo el príncipe rompiendo a llorar– yo amo a la bruja oscura y quiero vivir feliz para siempre a su lado.
Todos los presentes se horrorizaron ¿Cómo podía el príncipe decir tal cosa? Simplemente debía de seguir el guion preparado sin dar su opinión. ¡Vaya tonto!
Finalmente una niña con una hermosa capa roja se puso de pie, se acercó al príncipe y le susurró:
–¿Crees que yo quería que mataran al pobre lobito? Ahora cásate y no nos hagas perder el tiempo. 

Seudónimo: Virgil Phoenix

domingo, 29 de julio de 2012

109. SERIAL de Esteban Dublín

109.  SERIAL  (14 líneas)

En medio del zumbido de las libélulas y del cargante sopor tropical, una anciana se balancea sobre su mecedora de encina mientras teje a punto de cruz. A tan solo metros de su balcón, unos negros descamisados y azotados por el sol juegan al fútbol con una pelota de trapo. El que funge de portero desvía su atención hacia una muchacha de biquini rosa que usa la playa como pasarela y a quien le grita un soez piropo. Indiferente, la mujer va dejando las huellas de sus pies descalzos sobre la arena, arrastradas en segundos por el mismo mar en el que se adentra un chiquillo que acaba de encontrarse una gargantilla de plata enterrada en sus profundidades. En el crucero recién aventurado hacia el Atlántico, una extranjera acusa del hurto de su joya a un grumete que está pasando inadvertido al lado de su habitación. Y en la bodega del navío donde se presenta la discusión, viaja de contrabando un cargamento atiborrado de hilos, uno de los cuales quedó en las manos de una anciana que ahora cose desde su casa litoral y del que penden todos los sucesos. 

Seudónimo: Esteban Dublín

jueves, 26 de julio de 2012

104. … Y DESPUÉS CENIZAS de Ismael Spejo

104.  … Y DESPUÉS CENIZAS  (22 líneas)

Los ejércitos de Sagratotch El De Las Cien Cicatrices y Ulkavus El Señor De Las Estepas han alcanzado el desierto de Mantamakara. Aquí librarán su última batalla. Resulta adecuado que el último escenario sea una tierra carente de vida.
Sagratotch y Ulkavus observan a sus respectivas tropas con el mismo orgullo. Ambos saben que están a un paso de convertirse en Historia, de alcanzar el mayor honor, la suprema recompensa. Huelen el perfume de la batalla que estallará con el nuevo amanecer y que será recordada por las generaciones que vendrán. Ulkavus está tan convencido como Sagratotch de que la Gloria es suya. A Sagratotch le han bendecido los Espíritus de la Gran Montaña, Ulkavus ha sido ungido por la Santa Dama del Lago Verde. Por eso, conquistarán la Victoria y la Memoria. Por eso, se permiten ser soberbios.
*
El amanecer es gris y lluvioso. Los dos bandos han de resolver su lucha sobre la tierra revuelta, el barro tramposo. Se abalanzan unos sobre otros, bestias furibundas, con el miedo a la muerte aullando en sus ojos. Sagratotch cae con la garganta atravesada por la flecha que disparó un anónimo soldado. A Ulkavus le atacan cuatro hombres enloquecidos que lo despedazan como a un cerdo en la matanza. A ninguno de los dos se le ha concedido la mínima agonía para poder ver qué ejército vencerá y se llevará la Gloria.
*
El Fin de un Mundo ha transcurrido. De lo que aconteció en el desierto de Mantamakara en un amanecer gris y lluvioso, ni siquiera estas tristes cenizas preservan el recuerdo. El paisaje se ha vuelto lunar de una forma muy apropiada, a la espera de un Nuevo Tiempo. De una Nueva Historia.

Seudónimo: Ismael Spejo

lunes, 23 de julio de 2012

98. FIN DEL MUNDO de Dave'Rdingan

98. FIN DEL MUNDO  (24 líneas)

También fue mala suerte, o buena no sabría decirlo. Resultó que al final los mayas tenían razón y el mundo acabó el día 21 de diciembre de 2012, exactamente a las 17.14, hora española, excepto en un rincón de Argamasilla de Alba, Ciudad Real, donde acabó casi tres meses después. El fin del mundo no fue el espectáculo catastrófico que nos habían vendido en las películas de acción americanas. No hubo terremotos, ni tsunamis, ni volcanes en erupción. Todo lo contrario, fue el acontecimiento más aburrido que haya habido jamás. El mundo se acabó de golpe, en una fracción de segundo. Fue como un apagar la luz y ya está. Nadie sufrió, nadie se enteró, a excepción del último superviviente. Un personaje peculiar, sin duda alguna. El pobre quedó atrapado en el ascensor del edificio en el que vivía un instante antes de que acaeciera la hecatombe, y por alguna extraña razón que nunca llegaremos a comprender, se salvó del triste destino del resto de la humanidad. Además, el buen hombre, acababa de comprar todo lo necesario para llenar la despensa, pues esperaba visita familiar para las navidades. Al principio lo pasó mal, ya que nadie respondía a sus llamadas de socorro y le entró algo de claustrofobia. Además padecía un trastorno obsesivo compulsivo, pero eso no supuso mayor problema, ya que tuvo tiempo de sobra para ordenar y reordenar su compra tantas veces como quiso, bajo la perpetua luz de una linterna recién adquirida. Tenía agua, leche, fruta, conservas, dulces, licores, desodorante, colonia, pasta de dientes, un pijama, un pack de tres slips de diseños fantasía, una toalla, pilas, dos libros de bolsillo, una revista de pasatiempos… todo lo necesario para sobrevivir encerrado. El cómo orinar se lo pensó mucho: con sumo cuidado, en una de las garrafas de agua vacías, y vertiéndola después en la ranura del suelo. Defecar fue peor. Vació el tambor de detergente y lo usó como contenedor. Al final, murió de aburrimiento, completamente solo y borracho tras haber ingerido todo el licor de una sentada, el 4 de marzo de 2013.

Seudónimo: Dave'Rdingan

97. TRISTE SONATA PARA PIANO de Cortacuentos

97.  TRISTE SONATA PARA PIANO  (18 líneas)

Él desde pequeñito, en su Argentina natal, había demostrado interés hacía los instrumentos. Pero no fue hasta los 14 cuando tocó su primera tecla de piano. En ese mágico instante, quiso la casualidad (o el exceso de población) que cayera abatido al suelo un joven en China. 
A esa primera le siguieron decenas, cientos, miles, millones de teclas, llegando a  emular  complejas piezas de los clásicos: Chopin, Beethoven, Mozart...  Pendientes de cada una de esas teclas se descolgaba la vida de una persona en las antípodas. 
La afición, como cabía esperar, fue in crescendo a un ritmo vertiginoso, y el ímpetu de sus muñecas, el salto de sus falanges, el potente latido de su corazón cada vez que se sentaba frente al piano, actuaba como la más letal de armas a miles de kilómetros. 
Y así, en escasos trece años la extraña pandemia barrió, cuan fichas de dominó, cualquier resto de vida humana, desde China hasta el cuartucho donde parecía tocar el piano la propia muerte. No obstante la casualidad quiso que nuestro protagonista se salvara de ésta  tras ejecutar, sin saberlo, a su hija y a su mujer, con las dos últimas estocadas en Fa menor.
El trágico acontecimiento, y la ingenuidad que le arropaba, le hundió en una gran depresión. Enmudecido el piano, concluyó su longeva vida en la más triste de las soledades y con ella acabó la supremacía de una especie, ahora extinta.

Seudónimo: Cortacuentos

96. LA CICATRIZ DE LA CINTURA de Yarka

96. LA CICATRIZ DE LA CINTURA  (8 líneas)

Eran hermosas. Las caderas anchas, la mirada encendida, las bocas hambrientas. Sólo tenían un defecto: esa cicatriz abultada como un cordón que recorría sus cinturas. Por las noches, los niños desvelados las seguíamos hasta la Laguna Negra. Mecidos en sus regazos, nos contaban leyendas sobre las sirenas: esos seres salvajes con ojos de fuego y cola de pez, esos seres de agua, con escamas enormes como heridas, voraces, que se alimentan de las entrañas de los hombres, se comen los despojos de los niños ahogados, de los niños malos que no quieren dormir y que siguen a mujeres hermosas con cicatrices en la cintura hasta la Laguna Negra.

Seudónimo: Yarka

domingo, 22 de julio de 2012

95. LA FUERZA DE LA COSTUMBRE de Grim Reaper

95.  LA FUERZA DE LA COSTUMBRE  (9 líneas)

Cada  tarde, a las cinco en punto, se repite la misma historia.  Nuestro padre se detiene frente a la cerca, sin decidirse nunca a cruzarla. Se queda varios minutos así, inmóvil, con la mirada perdida, como si se negara a aceptar que ahora las cosas son diferentes. Los ojos de mamá se llenan de lágrimas. Sé, que en el fondo, todavía le quiere y que lo que desearía es correr a abrazarle, sin embargo se limita a llevarse el índice a los labios, para indicarnos que guardemos silencio. Todo es cuestión de tiempo, si no hacemos ruido, papá siempre termina por cansarse. Es entonces cuando mamá nos llama con un gesto de la mano y vemos a papá, con sus pasos lentos y torpes, alejarse hacia el resto de los zombis. 

Seudónimo: Grim Reaper

viernes, 20 de julio de 2012

91. ERRATA MUNDI de Cejota

91.  ERRATA MUNDI  (20 líneas)

Las erratas se pusieron de acuerdo. Hartas de ser despreciadas por el mundo ortográfico, decidieron organizarse para vengar los ultrajes a las que continuamente se enfrentaban. Sometidas a persecuciones implacables, eran víctimas de programas informáticos que las rastreaban y suprimían. Su innato instinto de supervivencia las hacía multiplicarse aprovechando cualquier recodo documental. Intentaban pasar desapercibidas, pero cuando eran descubiertas, sus creadores las repudiaban haciéndolas agonizar tras la impuesta perfección.
Su sed de venganza las llevó primero a boicotear las instituciones culturales, las que más reclamaban su eliminación. Se infiltraron en artículos, ensayos, exámenes y obras literarias de academias, escuelas de idiomas, universidades, centros educativos y organismos docentes. Después penetraron las redes administrativas a través de despachos, expedientes, actas, certificaciones y atestados. Finalmente atacaron las empresas y los particulares sembrando el caos en mensajes, pedidos, gestiones y órdenes de pago. Las cartas de amor nunca llegaban. Los encargos no se procesaban. Las noticias se contradecían. Los viajeros se perdían. La confusión se apoderó del planeta.
Cuando un grupo de líderes mundiales les propuso negociar el fin de las hostilidades, las erratas se sintieron reivindicadas.
Desde entonces son respetadas, ensalzadas, veneradas. Yo se entiende ninguna obra maestra sin su presencia. ¡Komprendes?

Seudónimo: Cejota

jueves, 19 de julio de 2012

90. TIME MACHINE XII de Ulises Terranova

90. TIME MACHINE XII  (12 líneas)

El 7 de abril de 2067 un físico que daba clases en el normal Mariano Acosta construye una máquina del Tiempo, muy parecida a la de H. G. Wells.
Viaja al pasado, a la Antigua Grecia. Quiere conocer a los grandes filósofos. Desea tener una charla como nunca antes tuvo con ningún ser humano (para esto había aprendido casi a la perfección griego antiguo). Se materializa en una barranca a la vera de un río. Allí, bañándose, está Heráclito. Lo saluda y comienza a charlar con él. El devaneo se extiende por un par de horas. Tocan temas diversos, desde la concepción del mundo hasta la naturaleza del viaje temporal. Finalmente, el viajero se despide, contento, satisfecho de haber hablado con un maestro en toda su plenitud, y enfila hacia la máquina. Pero no llega. Una piedra de río le anula la existencia. Heráclito, entonces, sale de las aguas y se dirige hacia la máquina. Piensa: por fin voy a poder bañarme dos veces en un mismo río…     

Seudónimo: Ulises Terranova

domingo, 15 de julio de 2012

81. LOS PRIMEROS HABITANTES DE MARINA DUVOBNA de Robotnik

81.  LOS PRIMEROS HABITANTES DE MARINA DUVOBNA  (25 líneas)

Los primeros habitantes del cuerpo de Marina Dubovna accedieron por una brecha en la escafandra producida tras la explosión del módulo. Apenas eran unas esporas, de origen inescrutable, lo bastante diligentes para modificar los componentes químicos del cuerpo y proporcionarse un hábitat adecuado. Les fueron propicias las condiciones ambientales del planeta donde cayó la astronauta, que impidieron la corrupción del cadáver. Pasaron algunos eones; las esporas alcanzaron un grado álgido de existencia que obligó a evolucionar y distinguirse en dos clases diferentes de seres capaces de migrar y colonizar zonas vírgenes. Al contacto con los microbios primigenios, las bisoñas especies enfrentaron su más dramática prueba hasta entonces, viéndose obligadas a mutar otra vez. No todas sobrevivieron, pero aquellas capaces fueron bendecidas con nuevos mecanismos de defensa y ataque. Por mucho tiempo no se registraron acontecimientos reseñables; en equilibrio de fuerzas, viejos y nuevos seres convivieron en el elemento que generosamente los albergaba. Entonces, las circunstancias cambiaron a una velocidad impredecible: por un lado, individuos aislados descubrieron la ganancia de asociarse y dar lugar a un macroorganismo superior, por otro, las condiciones del terreno cambiaron cuando amplias zonas del tejido del traje espacial cedieron, modificando el clima interno. Hubo auténticas guerras intestinas por el dominio del espacio que bordearon la extinción de toda forma de vida. Ningún recurso disponible fue excluido: tóxicos, flagelos, apéndices o mandíbulas. Las mutaciones se sucedían sin fin en un frenesí de supervivencia, ensayando y corrigiendo nuevas y más asombrosas variantes. Por último, el mismo instinto, la misma fuerza que les había llevado allí  comprendió los límites a los que les abocaba la hasta entonces protectora concha y, en un esfuerzo final de adaptación, las criaturas capacitadas desarrollaron espinas queratinosas para abrirse camino más allá del cuerpo de Marina Dubovna y, con un triunfal berrido de parto, se lanzaron a la conquista de otros territorios.

Seudónimo: Robotnik

80. EL FIN de Fermona

80. EL FIN  (18 líneas)

El eternauta estaba cansado de deambular por el espacio-tiempo, y programó sus últimas horas para descansar antes de la batalla, en la cancha de River Plate, en Buenos Aires. Era sábado, una mañana de invierno. Se acostó en el césped, en medio del estadio desierto, y bajo el sol del mediodía durmió una siesta que esperó se hiciera eterna, como se había hecho eterna para él la espera de asistir a su primer partido de fútbol con su padre, en ese mismo lugar, hacía ya casi 430 años. Pero el deber lo llamaba, y despertó nuevamente en el bunker γ-489 de Venus, el último reducto de la humanidad antes de su aniquilación definitiva.  Peleó hasta la última gota de sangre contra los invasores extra-solares, y cuando irremediablemente lo hirieron de muerte, en su agonía volvió a la cancha para extinguirse en la tribuna, contra un cielo azul, medio nublado, sentado justo detrás de su padre y el inocente ser que había sido cuando niño. Eran los últimos tres minutos del partido que Boca Juniors, con un penal mal cobrado por un inepto referí, ganaría sin merecerlo. El universo colapsaba finalmente en su primera gran decepción cuando era un niño, la amarga derrota de su equipo favorito un partido de fútbol, en una tarde fría de invierno, en un estadio lleno de gente acongojada que estaba tan concentrada en lo que sucedía esa fatídica tarde en la cancha que no advertía que él, y la esperanza de la raza humana, inexorablemente, se desangraban. El universo, y su eterno cansancio, por fin, se diluían.

Seudónimo: Fermona

martes, 3 de julio de 2012

58. NORMALIDAD de Walmar

58. NORMALIDAD   (15 líneas)
  
Lleva más de media hora esperando el autobús número 45, podría ir andando a su destino pero quiere gastar el bonobús, que está  punto de caducar. Mira la cartelera del cercano cine, ponen las mismas películas, entretenidas pero aún frescas en su memoria. A las siete de la tarde, partido de fútbol sala con los colegas, desde hace un tiempo no hay problemas en la reserva del campo. Antes piensa pasar por el supermercado, hay que llenar la despensa, está harto de comer de bote, pero es lo que tiene ser un solitario. Y aprovechar, porque esta de camino, para entrar a los grandes almacenes con sus eternas rebajas, reclamo ante la falta insistente  de público. Mañana comienza el puente de diciembre, pero no se esperan grandes desplazamientos como en otros años anteriores, y  la gasolina esta por los suelos, regalada. Gran ocasión para coger el coche y visitar, por fin, las cuevas de Altamira, después de tantos años en lista de espera. Duda si utilizar para el viaje,  el deportivo descapotable rojo, el monovolumen última generación, la ambulancia del Samur o el camión de la basura. Se esfuerza por mantener una normalidad en su vida, pero ser el único superviviente al holocausto vírico  también tiene sus prerrogativas.

Seudónimo: Walmar