martes, 13 de agosto de 2019

AVISO A CONCURSANTES

 Con la publicación del último microcuento se da por finalizado el plazo de recepción de originales a concurso. Pasamos a la fase de evaluación por el jurado.
         Todos los textos que han llegado incumpliendo alguna de las normas del certamen no han sido publicados a destacar aquellos que fueron enviados en archivo adjuntos, haciendo hincapié de que éstos no se han podido ni tan siquiera ver.
         El próximo 5 de octubre del presente año, se dará a conocer el fallo del jurado. Suerte a todos.
         Gracias por participar.

La Organización

sábado, 10 de agosto de 2019

203. PASEO NOCTURNO POR TREASURE BEACH. De Feros



Esa noche caminaba junto a mi padre por Treasure Beach, la playa al oeste de Gibson Town. Mirábamos el tono metálico que cobraba el mar bajo las luces de neón del puerto, esas luces que revelaban la verdadera coloración de unas aguas que hacía un siglo habían dejado de ser aptas para los bañistas, cuando advertimos la presencia de un cuerpo tendido sobre la arena negruzca.
Corrimos hasta el cuerpo y nos agachamos junto a él. Al verlo de cerca, comprobamos que se trataba de un niño y que, a juzgar por la hinchazón de su rostro y sus extremidades, se había internado en el mar días atrás y recién ahora el oleaje devolvía a la playa su cuerpo inerte. Mi padre examinó la placa metálica que le cubría el torso.
–Es un… cyborg –dijo, con voz trémula.
Llamamos a la policía del puerto y, tras responder las preguntas de rigor, reanudamos nuestro camino. Mi padre me explicó que hacía décadas los cyborgs habían desaparecido a manos de las emergentes compañías robóticas, compañías que les garantizaban a los diferentes ejércitos un desempeño óptimo en los conflictos bélicos que pudieran suscitarse en el futuro, y que desde entonces no habían ocurrido.
–Cuando tenía tu edad todos los niños del pueblo jugábamos a disfrazarnos de cyborgs, esperando convertirnos algún día en cyborgs de verdad –agregó–. Era la única forma de salir de la pobreza, pero con la llegada de los robots al ejército ya no fue posible. Ver un cyborg en pleno siglo XXIII, y para más señas un niño cyborg, es algo increíble.
De pronto, observamos a un grupo de niños correr hacía nosotros. Hacían un ruido ensordecedor, en donde se mezclaban gritos y lloriqueos altisonantes. Una niña ataviada con un peto de cartón se plantó frente a mí y exclamó entre sollozos:
–¿Has visto a mi hermano? ¡Estoy buscando a mi hermano!
Y sin esperar la respuesta, siguió corriendo detrás de los demás niños. Al voltear, vi cómo las luces de neón del puerto le daban a su peto de cartón un ligero tono metálico.
Seudónimo: Feros

miércoles, 7 de agosto de 2019

158. ABSENTA. De Artemisia



Sumido en la noche oscura, el irreverente Capitán Scott solía repasar en silencio su botín personal de maldiciones con el fin de mantenerse a salvo de la seductora presencia femenina que revoloteaba sobre sus carnes.  El tiempo se había detenido para él tras una monumental borrachera y se hallaba en circunstancias deplorables: los ojos hundidos al fondo del cráneo, el cuerpo inerte sobre madera húmeda y la lengua áspera como coral.
No era la primera vez que se entregaba al placer del hada verde que mora al fondo de las botellas de absenta, pero esta inusual y prolongada experiencia le había permitido entrever sus verdaderas intenciones: el espectro en forma de mujer lamía sus labios a la espera del justo momento para succionarle el alma.
Las primeras señales llegaron a través de sonidos lejanos. A Scott lo sorprendió el vaivén de su bote, un agudo chirriar de amarras y las voces roncas e inentendibles de quienes –supuso- se encontraban allí para liberarlo. Poco a poco su conciencia se fue abriendo paso a través de la viscosa niebla que lo había mantenido inmóvil durante semanas, o tal vez meses.  Aún con los ojos lacrados por la interminable noche, se adivinó a sí mismo desnudo y tendido boca arriba ante el inmenso sol Caribe.  Sintió un agradable cosquilleo a un costado y el roce de una espada en línea recta sobre su abdomen.  Alguien abrió de golpe su párpado izquierdo.
"¡Hijoeputa, está vivo!", oyó exclamar al forense a cargo de la autopsia.
Un hervidero de batas blancas y guantes de látex circundó la destartalada camilla de la morgue. Los presentes en la sala de anatomía observaron atónitos cómo el cuerpo del Capitán comenzaba a retorcerse, en una especie de forcejeo contra fuerzas invisibles. Nadie trató de ayudarlo. Un par de minutos más tarde, el invencible Capitán vomitó un par de espumarajos verdes y dejó de respirar.  El reflejo etéreo de una mujer brotó de su boca entreabierta y subió a colarse por la rejilla del extractor.
Seudónimo: Artemisia

domingo, 4 de agosto de 2019

121. LA BOCA SUCIA DE FREUD. De La Boca Sucia De Freud



"El insulto es tan terapéutico como el estornudo, con igual efecto liberador". Así reza el slogan de la compañía.
Fundada en el 2169, ha sido la pionera en el desarrollo de la revolucionaria aplicación digital que, insertada mediante el microchip "Freud" en el sistema nervioso central, promete resultados asombrosos en la descongestión de la psique. 
El circuito integrado opera exclusivamente en la fase REM del sueño. Entonces, se activa el chip, tomando las riendas del "Yo". Todas las funciones neurológicas quedan suplantadas, como si el sujeto fuese un "avión en piloto automático".
Durante el estado onírico, el "sonámbulo", dirigido por "Freud", lleva una vida paralela con el único objetivo de liberarle de las frustraciones sufridas a lo largo del día. Para ello se conciertan, a nivel digital, reuniones entre los implicados, donde el ofendido "escupe" a los ofensores, igualmente sonámbulos, los insultos que tenía reprimidos.
A la mañana siguiente, el individuo se despierta como si nada, experimentando una inusitada paz espiritual. No es de extrañar que la gente se agolpe en las colas para adquirir esa maravilla de aplicación.
Pero lo bueno no dura. Y es que, inexplicablemente, "Freud" también se activa a veces durante el día, provocando en el usuario, a su pesar, reacciones inesperadas.
Me acabo de enterar de que su uso ha sido prohibido. ¡Hijos de perra!
 Seudónimo: La Boca Sucia De Freud

viernes, 2 de agosto de 2019

103. S/T De Iria Flavia



Cuando era pequeña, mi abuela me decía que el conejo que corría por el jardín, en aquellos largos veranos, era realmente una joven muchacha llamada Gertrudis, que quedó soltera por cuidar a su madre, así que nunca conoció el amor. Muchas tardes, en plena canícula, mientras todos descansaban, observaba al conejo desde mi árbol favorito, y le hablaba como si fuera realmente esa joven. Pero nunca me dijo nada. O al menos yo no la oí nunca. Uno de aquellos veranos, trajeron a la casa un perrito recién parido, negro azabache. Mi abuela me dijo que realmente era un trovador llamado Zacarías. Cuando le pregunté que era un trovador me dijo que era alguien moldeado por su imaginación. Mi abuela siempre me contaba historias fantásticas, maravillosas. Aquellas noches en vigilia, en su regazo, mientras me contaba esas historias, son un recuerdo que perdurará por siempre en mi memoria. Su imaginación era portentosa. Duendes, hechiceros, brujas, reyes, princesas, dragones, trovadores, bufones, caballeros, héroes, hadas…y, animales con alma de personas. Siempre que veía un colibrí, una serpiente o un potro, cuando paseaba por el bosque, pensaba en quien podría ser. Imaginaba que era príncipe aquel pez dorado que surcaba el riachuelo, que el ciervo que entreví aquella mañana, era un rey, y cuando regresaba a casa y se lo contaba a mi abuela, ella sonreía, y me animaba a escribir historias.
Hoy, por fin, después de muchos, muchos años, he decidido empezar a escribir un cuento, como los que me contaba mi abuela. Aunque habré de imaginarlo, pues las ardillas no podemos escribir.
Seudónimo: Iria Flavia

102. REPORTE N°343. De A. Julibert



Los primeros hechos del fenómeno denominado de manera capciosa por la prensa sensacionalista Distorsión -y que más tarde adoptó el común del vulgo- se reportaron el día 12 de enelio (o juliero según hemisferio) en el barrio de San Barpulio en la ciudad de X, donde un grupo de ciudadanos de bien comunicaron la animación (prosopopeyización, como algunos letrados han sugerido) de una de las chimeneas de la antigua fábrica vapor de Hunking & Colts que, en un acto inaudito, se levantó sobre dos raquíticas patas de cobre y hormigón y huyó a las montañas, no siendo localizada todavía a día de hoy. Sin embargo, la señora de Purbentio Escuevas insiste en que el licuado de su marido a manos de una botella de vino viviente fue anterior, ya que se remonta al día 11 pero, y tal y como apunta el subcabo Cingiánez en el Reporte n°342, no existen evidencias físicas que confirmen este suceso, por lo que ha sido archivado en la categoría de "Otros". Sea como fuere, desde aquel día los ataques atribuibles a la Distorsión han aumentado tanto en frecuencia como en intensidad. Si bien en un principio, y sin contar el dudoso caso Escuevas ya mencionado, no se registraron daños a las personas, en las últimas jornadas esto ha cambiado. Sirvan de ejemplo los siguientes casos: en el bar Feliu un periódico rellenó con una navaja en la espalda de un viejo su propio crucigrama mientras una caterva de bebés paseaba a sus abuelos miniaturizados en sus cochecitos; hay noticias de personas que envejecen de golpe, que caen ya cadáver al suelo y se convierten en polvo en cuestión de segundos, y viceversa, personas que se convierten en embriones mientras viajan en el metro, o madres que dan a luz a polillas. El vulgo ha responsabilizado (por orden de preferencia) a extranjeros, saltimbanquis, pelirrojos y gatos negros de los hechos luctuosos, pero da igual, todos ellos han desaparecido sistemáticamente y las anomalías siguen produciéndose. El caos es total  y el gobierno se ha transmutado en mobiliario de oficina de fino nogal. Quizás la anomalía de verdad seamos nosotros mismos....
Seudónimo: A. Julibert