Primero es la rabia
el corazón que arranca
en una carrera sin ganadores
ni tampoco tregua.
Entonces llega la sed,
que anticipa un dolor intenso
agudo mientras el crujir
de todos mis huesos
me hace caer exhausto
mojado de una lluvia
interna y privada
para terminar cubierto
de una piel que se hace
más mía cada vez.
El tiempo se detiene
hasta que la luna se oculta.
Si dudé de ti
fue solo un instante.
Tus manos en mi lomo
tus labios susurrando
un alba cercano
calmaron a la bestia.
No me hagas
naufrago.
No me arrebates
el cobijo de tu cuerpo
No entiendo tu temor.
Has aceptado mi sombra.
Has saciado mi hambre.
Dices que eres un animal
sin luna
con una maldición antigua
y profunda.
Prefiero tus manos
al frío
si he de morir.
Hace tiempo que dios
dejó de escucharme.
Seudónimo: Chloe
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