El señor origami finaliza su meditación
Luego de verter agua caliente dentro de
un tazón con hojitas de té, bate la infusión con una escobilla de mimbre.
Antes de beberlo, sostiene el cuenco con las dos manos y lo eleva sobre su cabeza
en ofrenda al Buda cósmico.
El señor Origami saborea té como si fuera ésta la primera vez.
Deja el cuenco junto a él y saluda en
gassho. De entre los pliegues de sus kimono saca una maqueta del universo con
la forma de embudo helicoidal. La
despliega hasta su esencia: una hoja de
papel de arroz marcada por líneas que se entrecruzan hasta el infinito. Desliza
con suavidad el dedo índice por una de
las diagonales
El señor Origami desaparece.
Seudónimo: Tmorán
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