"La Delegación Local del Tribunal
Superior de Justicia Interplanetario recuerda a todos los ciudadanos de esta
colonia que a partir de las doce horas cero minutos del día de hoy se hará
público el baremo de criminalidad correspondiente al mes en curso, según orden
establecida en el Decreto Imperial 310/3077B, sección cuarta, párrafo tercero.
Las consultas podrán hacerse por vía telemática o acudiendo personalmente a
cualquiera de los puntos de información habilitados a tal efecto, si bien se
aconseja este segundo procedimiento por ser el de mayor fiabilidad. Todo aquel
que obtenga una puntuación igual o superior a doce puntos, repito, doce puntos,
deberá presentarse ineludiblemente, acompañado de un abogado, en las
dependencias del juzgado del sector correspondiente en un plazo máximo de
diecisiete minutos para recibir la condena pertinente. Las costas del juicio,
así como la minuta del letrado, correrán por cuenta de los acusados y no se
considerarán gastos deducibles en la declaración del Impuesto sobre la Renta de
las Personas Físicas Humanas, Semihumanas o Sintéticas. Gracias por su
atención, que tengan un buen día".
Tras leer el anuncio la mujer se mordió
el labio, nerviosa. El baremo, confeccionado aleatoriamente por una entidad
ajena a la colonia, era del todo impredecible. En la convocatoria anterior, por
matar a su marido, le asignaron sólo once puntos. Se libró por los pelos. Esta
vez había robado un bolso.
Cruzó los dedos.
Seudónimo: Deimos IV
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